El español tiene sus inicios en el latín vulgar. Este dialecto era el idioma común, el que se hablaba en las calles y el que era dominado por la mayoría de las personas del imperio romano, de los cuales muchos eran analfabetas, es decir, no sabían escribir ni leer. Se estima que el 56% de las palabras del español proceden del latín. Por otro lado, de este latín vulgar proceden lo que se conoce con lenguas romances, destacando no solo el español, sino el portugués, francés, italiano y rumano.